viernes, 18 de noviembre de 2011

Bangkok (18/09/2011)

Estamos en el año 2554 pero no hay naves voladoras, la gente del lugar inhala sin parar unos aparatos extraños y miles de tiendas con logo 7-11 inundan la ciudad….. Tranquilos no estamos en una entrada de ciencia ficción: Bienvenidos a Bangkok, Tailandia. Es 18 de septiembre y cruzamos la frontera Camboya-Tailandia. Contratamos un bus que por 8 dólares nos lleva desde Siem Riep, Camboya, 4 horas hasta la frontera Tailandesa y después de otras 3h más nos deja en Bangkok.
Curiosamente los tailandeses se rigen por otro calendario diferente al nuestro. Para ellos estamos en el año 2554 y es curioso ver como en las “ITV’s” de los vehículos pone esta fecha. Conducen furgonetas o “rancheras” extra modernas , rollo “Ranger de Texas”, con cristales tintados a toda velocidad y de modelos que no hemos visto antes en Europa (todo a lo grande) mientras inhalan sin parar mentol (como los que utilizamos cuando estamos resfriados), están totalmente enganchados! Eso sí, Bangkok, y el resto de Tailandia está plagado de tiendas de la cadena americana Seven Eleven, de los cuales hay que decir que los Tailandeses son grandes consumidores y reconocemos que va bien de vez en cuando tener agua o un café fresquito y seguro disponible en estas tiendas.

Llegamos a Bangkok y nos dirigimos a la famosa calle Kao San . Todo el mundo la conoce y dicen que es la calle más famosa de mochileros de todo el mundo. Al llegar allí nos esperábamos más alojamiento, más gente mochilera autentica y aunque sabíamos que íbamos a encontrar turismo, nos decepcionó bastante. Para que nos hagamos una idea la calle Kao San es una calle ruidosa llena de establecimientos de ropa hippie-americana que solo utilizamos los extranjeros, plagada de puestos de comida callejera con precios elevados y con cientos de bares a lo “guiri” con grandes carteles con los precios de la cerveza y fiesta nocturna. Los masajistas de los centros de masaje te llaman para que te atrevas a hacerte un masaje de piernas o uno tailandés mientras las señoras con gorros tradicionales se empeñan en venderte artesanía o las típicas ranas de madera que suenan como tal, a la vez que los tatuadores intentan venderte un tatuaje o los indios un traje a medida. En fin, la calle Kao San, e inclusive la paralela a esta la cual es prima hermana, es un lugar curioso que seguramente años atrás tenía su esencia mochilera pero que ahora está más enfocada al turismo.


Sin embargo a nivel de alojamiento solamente vimos alojamientos con instalaciones básicas, baños compartidos y paredes de cartón-piedra por lo cual eran demasiado ruidosos. O por lo contrario “hoteles boutique” extremadamente caros. Así que optamos por quedarnos en una calle situada en la siguiente manzana, que aunque seguía teniendo ambiente turístico era mucho más tranquila. Así que esta vez nos conformamos con una habitación de 4 paredes con una cama, sin ningún enchufe y un ventilador en el techo y baño compartido (200 Bahts = 5 euros).

Fotos: Kao San y masajistas. Abajo: carnets falsos


Una de las atracciones principales de Bangkok es el Palacio Real. Los turistas acuden en masa a ver una de las residencias del rey y el conjunto de templos en donde se encuentra el buda más venerado de toda Tailandia: el Buda Esmeralda. No hemos comentado que Tailandia, es en su mayoría es budista, y los templos, altares y budas están por todo el país. Hay miles de estatuas de buda, la gente los adora, los monjes budistas son parte de la vida de los tailandeses y la gente siente verdadera devoción por todo aquello relacionado con esta religión, de hecho se convierte en su día a día a la hora de comer, abrir un negocio, pedir salud,….

La entrada al Palacio Real es extremadamente cara (450 Bahts) para un tailandés medio (cobran unos 3000 Bahts al mes = 70€), pero el turismo no para de llegar. Es obligatorio vestir con decoro por lo que te dejan ropa “formal” para entrar al templo (previo deposito que después te devuelven). Los monumentos son impresionantes, recubiertos de oro y piedras preciosas para darle más majestuosidad a los edificios. Las figuras tailandesas mitológicas están por todo el templo y hay cientos de escrituras irreconocibles para los turistas como nosotros. El buda esmeralda está dentro del templo principal. Es un pequeño buda de verde esmeralda, aunque dicen que no está hecho de este material. La gente lo venera, ofrecen flores de loto e incienso a la entrada del templo para pedir por los familiares, la salud y la vida, y de esta manera el complejo adquiere un ambiente totalmente religioso. Más allá se encuentran las salas de armas, sin embargo poco más se puede ver ya que todo lo demás es de acceso restringido, por lo que el precio de la entrada deja un poco de mal de sabor de boca.


Palacio Real y arriba dentro del recinto (con ropa formal!)

Todo lo que es turismo en el sureste asiático, como hemos comentado más de una vez, tiene un poco de corrompido y picaresca. Los tailandeses son personas agradables, buenas y simpáticas, pero hay que hacer caso de lo que dice la gente y prestar atención cuando dicen que debido al carácter afable de los tailandeses en Bangkok el turista baja la guardia y estos se aprovechan, es decir que te timan. Como decimos existen timos de todo tipo, como que los taxistas se nieguen a poner los taxímetros, como que los tuk tuks te quieran cobrar fortunas o el famoso timpo alrededor del Palacio Real. Que nadie se crea que es el día del Buda, que el Palacio Real está cerrado o que no se puede acceder. Si se quiere ir a visitar algo, se debe ir aunque los tailandeses digan que no se puede porque suele ser falso.





Estábamos camino del Palacio Real, con nuestra tranquilidad, y un conductor de tuk tuk (que son unos liantes) nos dijo que el Palacio estaba cerrado a los extranjeros hasta la 13h (el palacio cierra alrededor de las 15.30h) que era el día de Buda y que estaban de celebraciones. La verdad es que había cientos de autobuses en la entrada y nos lo creímos pero continuamos caminando. Casi llegando nos para otro tailandés extremadamente amable y nos dice lo mismo (¿Qué raro verdad? Pues a lo mejor es cierto…) y nos dice que es profesor y que podemos hacer cosas hasta la 13h por Bangkok. Nos pregunta, nosotros con un poco de desconfianza le escuchamos y por 40 Bahts (1€. Foto izquierda) nos recomienda un tuk tuk a lugares que no teníamos previstos ni ver, como el Gran Buda, La Montaña dorada con vistas increíbles de Bangkok o el Templo de mármol (foto de abajo). Así que después de 2h de tuk tuk, de pararnos un par de veces en tiendas para que le den “vales” al conductor y hacer el paripé vamos al palacio real donde nos damos cuenta que no había estado cerrado. Nos habían engañado.


La conclusión de todo esto es que te engañan de la misma forma que la gente que se pone en la entrada del Palacio te dice que tienes que alquilar ropa “decente” cuando dentro de la dejan gratis. No nos engañaron en precio, pero si en moral, había salido bien pero nos habían engañado después de todo los países y recorrido que tenemos en este tema. Más tarde, hablando con españoles, nos dimos cuenta de que la información que te sacan es para calibrar el precio, a nosotros fueron 40 bahts pero había a gente que le habían cobrado 120 Bahts o más. Al final salió bien, pero podemos garantizar que al siguiente día que vimos a un tailandés intentar engañar a unos extranjeros con la misma historia, nos plantamos allí y le dijimos en sus caras que era mentira! (por supuesto el tailandés se dio la vuelta, se fue y después nos insultó!), pero que pasa si estos turistas vienen con los días justos para ver la ciudad y esta gente los priva de ver lo que quieren?

Vistas de Bangkok

Con la lección aprendida fuimos a ver el Gran Buda reclinado o Wat Pho, el cual se encuentra en el templo más grande y antiguo de Bangkok. El buda de 46m de largo y 15 de alto es espectacular, con inscripciones de madre perla en las plantas de los pies es un algo totalmente diferente a los budas que habíamos visto. Igualmente el complejo es precioso y está lleno de budas y esculturas entre un escenario casi laberintico con cantos de fondo.




Fotos: gente rezando y ofrendando. Abajo: Boda y templos



Fotos: Wat Pho

Bangkok está lleno de curiosidades y actividades. La arteria principal de la ciudad es el rio Phraya y debido a esto los tailandeses utilizan el bus fluvial (barco) para moverse por la ciudad de forma alternativa al transporte terrestre. Hay varios tipos de barcos, privados, turísticos o los de bandera naranja que llevan de un puerto a otro por 15 bahts, como si fuera un autobús. Así que navegamos, fuimos a un mercado mayorista y disfrutamos de la nueva gastronomía tailandesa y de las nuevas curiosidades, para nosotros, de este país.

Es cierto que Tailandia es muy parecido a sus países vecinos Laos y Camboya, pero con curiosidades particulares. Existe una gran vida alrededor de los monjes budistas, como pasa en Laos, la gente ofrenda comida a los monjes cada mañana y en los supermercados se encuentran lotes, como los navideños, de ofrendas que la gente compra y regala a los monjes (aunque después ellos se saquen los móviles y los portátiles: Quins coyons!) . El negocio de las flores y el incienso para los templos es impresionante y esta religión mueve más dinero que la católica en Europa. Hay que pensar que cada tailandés ofrenda algo (mínimo 20 bahts) cada vez que reza y esto pueden ser varias veces al día. Es parte de su vida. Además los transportes públicos tienen reservados los últimos asientos para los monjes, y está estrictamente prohibido que las mujeres los toquen, así que hay que tener mucho cuidado. Los tailandeses adoran a su rey. Cada mañana a las 8h suena el himno nacional y la gente se levanta a guardar el minuto de “respeto”. Levantan la bandera nacional y a la tarde, a eso de las 18h la bajan con el himno. Está terminantemente prohibido hablar mal del rey y es motivo de cárcel tirar o despreciar aquello que tenga la imagen del rey o la bandera nacional, entre otras, el dinero. Cada negocio y casa tiene la imagen del rey colgada.

Monjes entre agua. Inundaciones de Bangkok
Hay que decir que hay otras cosas de Tailandia que a nosotros ya no nos sorprende, quizá porque viajado por Asia tanto tiempo las vemos normales, como que cuando hacen su primera venta pasen los billetes por la figura de buda, que haya altares de ofrendas con comida o bebidas abiertas para los dioses, que haya suciedad en los restaurantes de comida o que vayan 5 personas en una moto. Sin embargo el tema “Ladyboy” es un tema que no habíamos conocido. Es impactante ver como hay muchísima población, y cada vez más joven, que es ladyboy o afeminada. Muchos niños con 15 años son afeminados y chicos que no tienen rasgos femeninos van con las uñas pintadas o simplemente se arreglan de forma femenina pintándose y peinándose, pero con ropa masculina. Después está el nivel superior que son los ladyboys trasvertidos, unos operados y otros no. Conviven perfectamente en la sociedad y es totalmente normal. Tienen puestos de trabajo de cara al público y van con sus madres a comprar con toda naturalidad, quizá porque su religión nunca les ha dicho que es incorrecto y nosotros desde occidente nos han inculcado que no es correcto, lo vemos extraño. Pero os podemos asegurar que ellos son felices siendo lo que quieren ser. Además se ven muchas parejas mixtas de extranjeros de cierta edad con ladyboys, niñas y también parejas normales. Esto es una realidad actual y cuando dicen que Bangkok o Tailandia es un destino sexual es cierto. Pero no entraremos a criticar esto ya que podríamos hacer la entrada muy larga.

Bangkok es el centro neurálgico para Tailandia, así que nosotros también volveríamos. La primera vez que salimos de la ciudad vimos inundaciones, pero en este mes de Septiembre las cosas empeorarían. Cuando volvimos a la ciudad un mes más tarde, los muros de contención estaban presentes por toda la ciudad, pero la verdad es que no sufrimos los graves daños de las inundaciones. La ciudad seguía viva, activa y con la actividad de los mercados al 100%. El transporte (tren) un poco alterado pero nada importante. Eso sí, Bangkok estaba seca de agua para beber y los supermercados medio vacios por la falta de acceso para traer la mercancía.


Pero finalmente: ¿Cómo es Bangkok? Esta es una pregunta difícil de contestar. Bangkok es una ciudad activa y que no descansa. Es una capital asiática loca, con muchas ansias de occidentalizarse y de la que hemos sacado dos puntos de vista diferentes:

1) Si se visita Bangkok desde el suelo, se camina y se toma el transporte de bus (que como máximo son 15 bahts en donde te cobran a mano como antiguamente), se ve una ciudad con edificios sucios, antiguos y descuidados. Con puestos callejeros en medio de mercados de ropa y donde comerse una sopa por 40 Bahts a pie de calle al lado del alcantarillado mientras la gente de la oficina baja a comer y las chicas de los centros de masaje “dudosos” te sonríen, es lo más normal del mundo.

Fotos: Sopa en la calle y centro comercial Siam

2) Sin embargo, si se toma el fantástico sistema de metro o skytren que va por el aire, en donde todo está automatizado y con aire acondicionado (y no es tan barato como se piensa), se va de centro comercial en centro comercial y se come en alguno de los fantásticos restaurantes chics franceses, italianos o cafeterías Starbucks (un mundo ideal) la ciudad se ve maravillosa. Los centros comerciales son estupendos , incluso Bangkok dispone del centro comercial Siam Centre que es el centro de lujo más grande de toda Asia. Y si luego se va a degustar un cocktail a una de las maravillosas terrazas con vistas a la ciudad y el rio, el escenario es idílico.

Por tanto existen diferentes formas de visitar la ciudad y las opiniones son varias. Hay miles de mercados callejeros, centros comerciales y cafeterías. Las etnias se mezclan en toda la ciudad y cada vez más occidentales viven en Bangkok por la facilidad que ofrece esta ciudad. Así es Bangkok, pero ¿Cómo será el resto de Tailandia? Nos vamos dirección al norte. Nos vemos.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Los Templos de Angkor, la 8ª maravilla del mundo

En seis horas nos plantamos en Siemp Riep desde Phnom Phen (5$ x pers.) Como decíamos en la anterior entrada, puerta de acceso a las famosas ruinas de Angkor. El templo religioso más grande del mundo y la que dicen es la octava maravilla del mundo.

Templo de Angkor Wat al amanecer

Breve historia sobre las ruinas:

Érase una vez un imperio llamado , ‘’Imperio Jemer’’. Desde el año 802 al 1432 fueron quienes mandaron en la actual Camboya siendo más poderosos que Tailandia y Vietnam. Un día del año 877 un rey llamado Indravarman I decidió empezar a construir un templo en la ciudad de Angkor. Este sería el inicio de todo un complejo de templos llamados Angkor. La importancia y el éxito de este imperio se debe a que estaba en un lugar rodeado de embalses los cuales abastecían a toda la población de Angkor. Durante años posteriores el estilo de las construcciones se fue mezclando entre hinduismo y budismo. Un día Tailandia se cabreó y decidió invadir Camboya. Lo consiguió con éxito y así acabó con muchos años de reinado del Imperio jemer.

Hoy día Angkor es el mayor complejo de templos de todo el sureste asiático, luchando mano a mano con los templos de Bagán, en Myanmar, pero eso es en otra lección. Por todo Camboya se puede ver el nombre de Angkor. En hoteles, restaurantes y sobre todo en la cerveza del país cuya chapa nos guardamos para regalársela a un amigo muy especial y heredero de otro reino. En fin si a un camboyano se le pregunta por el orgullo del país te responderá Angkor. Y no es para menos. Una vez los has visto entiendes esta devoción hacia estas ruinas.

Después de este pequeño resumen de historia toca hablar del cómo y del dónde. En Siemp Riep existen multitud de alojamientos cercanos al centro donde se concentra todo el ambiente turístico, pero también los hay a cinco minutos caminado y a precios muy competitivos. Encontramos un hotel muy agradable y bastante familiar. (31$ x cinco noches negociando un poco, con Wifi y con TVE, si, pudimos ver programas del país como comando actualidad o españoles por el mundo, que casualidad,jejeje!!!) Siemp Riep mantiene también su centro histórico estilo francés en el cual hay mucha oferta de tiendas y restaurantes. Es el núcleo turístico pero a diferencia de otros lugares, mantiene un buen equilibrio con la cultura local y algo bonito de visitar es su mercado nocturno lleno de artesanía del país.

comptando artesania a las niñas locales

Lo primero era decidir qué entrada íbamos a comprar para ver las ruinas. Existe un pase de un día por 20$ y otro de tres días por 40$ (el cual se puede utilizar en días salteados durante una semana) . Recomendamos el de tres ya que es imposible recorrer todo el complejo en un solo día. Nuestra opción fue alquilar bicis (1$ cada una x día) e ir carretera hacia el norte (6KM) donde se encuentra Angkor. Existen varias combinaciones para visitar el complejo, la nuestra fue recorrer los dos primeros días a una media de casi treinta Km diarios, parando, comiendo, descansando y disfrutando de la belleza de los templos. No es necesario ir cargado con nada de alimentos ya que por todo el recorrido hay de todo, lo que si recomendamos es ir con algo para taparse la cabeza y con chanclas, ah! Y mucha crema solar ya que en horas punta es obligatorio si no te quieres quemar.


El tercer día paseamos por la ciudad en busca de mercados y también descansamos en la habitación viendo un poco la tele porque no decirlo. El cuarto día madrugamos (5 am) para ver el amanecer en el templo principal, el Angkor Wat. Ritual casi obligatorio y típico el cual no tiene ningún desperdicio.

Existe multitud de templos por todo el complejo pero para nosotros el más espectacular no fue el principal, el ya mencionado Angkor Wat, sino el Ta Prohm. Lo habíamos visto muchas veces en reportajes y fotos y teníamos ganas de estar en él. Es espectacular y en parte se hizo famoso porque en él se rodó alguna escena de la película Tomb Raider protagonizada por Angelina Jolie. Algún trabajor de allí nos habló de cuando se rodó esta película y de lo inaccesible que estaba la protagonista. A parte de este dato, el caminar por este templo engullido por árboles gigantes que con el paso de los años han ido resurgiendo de entre los muros es todo un privilegio el cual no se olvidará jamás. Eso si la mejor hora para visitarlo es por la tarde cuando todos los tours ya han pasado y queda casi vacío. Por la mañana quienes engullían las ruinas eran los turistas japoneses y chinos.

No estaba Angelina en Ta Phrom, pero estaban estas amigas asiaticas




Cada uno de los templos tiene su encanto e historia particular. Lo que realmente nos gustó de todo esto es que te puedes sentar en cualquier templo, tocar y sobre todo sentir la grandeza e importancia que representó en su día Angkor. Para nosotros, que somos ‘’ignorantes’’ en historia, resultó fascinante. No hace falta tener ningún doctorado para poder disfrutar, simplemente con un poco de imaginación Angkor se convertirá en un recuerdo imborrable para nuestras mentes.

Templo Ta Phrom



Acababa nuestro paseo por Camboya. Un país donde si entras con la mente abierta y relajada te regalará momentos inolvidables e irrepetibles. Que profundos,¿no?



Nos vemos en Tailandia.

 
Templo Bayon y arriba tambien

Nuestra furgo en Angkor, Camboya

martes, 1 de noviembre de 2011

Camboya II: Sur del país

 
Vista de la costa de Sihanoukville
Subidos en un bus local nos dirigimos a visitar la parte sur del país. Trayecto de tres horas hacia nuestro primer destino, Sihanoukville (36.000 Riels). Este lugar es punto estratégico para seguir haciendo ruta. Llegamos a esta ciudad de unos 155.000 hab. Pero tranquila como caracteriza a todo el país.

Lo primero de todo es buscar alojamiento cerca de la parte más ‘’turística’’ a buen precio, ya que es la zona donde están situados la mayoría de hoteles. Después de mirar unos cuantos encontramos uno a nuestro gusto (14$ dos noches con wifi y TV). Lo siguiente era explorar el lugar. Nos dirigimos a la playa y vimos que estaba lleno de bares o ‘’Pub’s’’ destinados a un público que no va mucho con nuestra forma de ser. Demasiada gente bebiendo y más de algún hombre mayor ‘’interactuando’’ con alguna chica algunos años más joven que él. Aunque no estaba muy masificado preferimos huir de ahí. Así que empezamos a caminar por la parte más local de la ciudad y aquello ya era otra cosa. Nos paramos a beber un (coffe ice with milk) estilo vietnamita, en un bar muy humilde con unos dueños muy simpáticos.

Con nuestros amigos del bar
  
Por la noche cenamos en un mercado local el cual repetiríamos al día siguiente al igual que el bar de los ‘’cafés con hielo’’. Así que en Sihanoukville nos dedicamos mas a disfrutar y conocer la gastronomía (la cual íbamos descubriendo y como no gustando cada vez mas) y a relacionarnos con su gente que estar en una playa llena de turistas y ver alguna que otra escena desagradable. Además la costa no es que fuese muy atractiva.
  
         
Fotos: niños por las calles del pueblo 


 Nuestro siguiente punto a visitar era Kampot. Un pueblecito de unos 33.000 hab. El cual llegamos también por bus local desde Sihanoukville (10$ los dos, dos horas de trayecto). Lo mismo, buscar hotel hasta encontrar el nuestro y de seguida investigar por el pueblo. Kampot no tiene nada que ver con el anterior pueblo. Éste al igual que la capital mantiene edificios coloniales algunos casi derruidos y otros no tanto transformados en tiendas de ropa, cafeterías o panaderías. En casi todo Camboya se mantiene la tradición de las panaderías cosa que a nosotros nos encanta. Comer algún que otro croissant de vez en cuando no tiene precio.

Foto: pueblo de Kampot, edificios coloniales.
Así que como el pueblo era relativamente pequeño en una tarde pudimos ver lo que podía ofrecer. Y la verdad no sabemos si es por la sencillez del lugar, por los atardeceres que veíamos desde el río, por su puente centenario o por su mercado, uno de los más humildes que hemos visto…que de seguida coincidimos en que íbamos a pasar más de una noche aquí. Y así fue, pasamos tres días en los que alquilamos bicicletas(1$ x bici) para visitar las afueras y ver la zona rural de Kampot, lugar con mucho encanto, de nuevo lleno de sonrisas y sobre todo muchos niños dispuestos a hacerse fotos. Kampot fue para nosotros un lugar donde empezar a ver la realidad del país lejos de la capital. Un lugar el cual aconsejamos visitar.

        
Fotos: Atardecer en Kampot, niños y mercado local



En el tema gastronómico destacamos que Camboya como casi todos los países asiáticos basa su alimentación en el arroz y los fideos. Mezclados con multitud de vegetales y especias. A los platos más elaborados suelen sumarle carnes como pollo básicamente, cerdo y ternera. Es verdad que en algunos mercados también hemos visto otro tipo de alimentos y/o animales para degustar; ranas, serpientes, tortugas, insectos varios…vamos, proteína pura!!! En entradas posteriores nos podréis ver degustando algún manjar de estos, jejeje.




Fotos: Risas en el mercado local

Así que después de tres días aquí decidimos ir hacia el tercer punto que teníamos pensado, Kep. Situado en la costa más oriental pegando a Vietnam y después de una hora en bus público (10.000 Riels los dos) este lugar era famoso por su costa (muy revuelta el día que estuvimos) y también por su mercado de cangrejo. Nada más llegar el bus nos deja en la plaza central del pueblo, bueno mejor dicho en la plaza, ya que Kep tiene 13.000hab. Esperábamos un lugar rural pero lo encontramos fue un pueblo pequeño lleno de restaurantes caros y alguna que otra ¿pizzería? y en donde los alojamientos valían el doble de lo normal con las mismas características donde días anteriores habíamos estado alojados.

Alrededores de Kampot con las bicis

Lo que no sabíamos es que Kep es lugar de moda de los ‘’nuevos ricos’’ de la capital que utilizan este enclave para pasar los fines de semana donde tienen su segunda residencia y donde allí pueden disfrutar de marisco fresco. Para ellos comer cangrejo con pimienta de Kep, reconocida mundialmente, y con la cual elaboran multitud de platos es toda una frivolidad. Para nosotros la verdad, y más conociendo qué se manejaba en Kep, como que nos daba igual. ¡Una de arroz o un sándwich de pollo para los viajeros, please! Jejeje!!!

Así que solo estuvimos una noche en Kep. Si, vimos el mercado de cangrejos donde las mujeres van a buscar a estos crustáceos dentro de unas cestas las cuales tiene a unos diez metros de la orilla y son como pequeños viveros para estos animalillos. Además el ver como tienen en todos los lugares dos cartas, una para locales y otra para (foreign) turistas y a diferente precio claro, no nos atraía mucho. Al menos la gente de los bares era honesta y nos lo decía claramente. En otros sitios te dan la carta más cara sin más.

 Después de seis días por el sur y disfrutar de un entorno diferente, alguno con mas encanto que otro pero que no deja de ser la realidad del país hoy día, nos disponemos a visitar otra parte de Camboya. Así que al día siguiente temprano de nuevo de vuelta a la capital, pasar una noche y viajar al otro día hacia el norte dirección Siemp Riep, puerta de acceso a la ruinas de Angkor. Para quien no conozca estas ruinas decir que aquí se rodó Tomb Raider, pero esto es solo un avance de la próxima entrada.

Mujeres recogiendo los viveros de cangrejos en Kep.

Hasta entonces.