Atardecer en el Amazonas |
En las fotos Ami y Cristof disfrutando de la tarde y de no hacer nada. A la derecha Sara con una amiga del barco.
Llegamos y colocamos las hamacas donde nos indicaron. Estábamos al lado de un matrimonio agradable y de un hombre (por el otro lado) un poco serio, pero era lo que había tocado. Cuando hablamos de Amazonas nos imaginamos un rio con vegetación densa, lleno de animales y apasionante como vemos en las películas. Pero realmente es un rio muy ancho en el que no te acercas a las orillas y en el que solamente ves arboles y alguna vaca. Al menos es así en el tramo Santarém- Manaus que nosotros hicimos. De todos modos, la real aventura no es el Amazonas, es la experiencia de vivir dos días en el barco rodeado de gente local.
No cabe decir que estos dos días dormimos con los pies de alguien en la cara o con el culo de otros en las costillas, pero bueno fue divertido. Dormir en hamaca también es toda una experiencia porque el cuerpo no está acostumbrado, pero le acabas cogiendo el gusto. La verdad que la vida del barco es diferente, sirven comidas básicas por precios razonables y sirven agua fría durante todo el trayecto. No tenemos que olvidar que quien hace este trayecto suelen ser familias que se pasan dos días en un barco porque no tienen recursos para hacerlo en avión, o simplemente es que en el lugar de destino no se puede llegar de otra forma que no sea por agua.
En fin, conocimos muchas historias, familias que iban a celebrar el cumpleaños de los nietos, familias que iban a recoger a familiares y familias que iban a ver a sus hijos que estaban en Manaus. Nosotros éramos de los pocos extranjeros que había en el barco. También estaba Cristof (francés) y otro francés. Con Cristof compartimos momentos muy divertidos y nos lo pasamos bien. Bueno como ya habréis notado nosotros tenemos un imán especial con la gente, y muchos de ellos tenían curiosidad por hablar con nosotros, conocer que hacíamos allí. Incluso los niños nos miraban diferente y nos querían tocar como sabiendo que no éramos de allí. Pero el verdadero espíritu del barco fue el compartir. La gente nos daba fruta para probar, nos regalaron pulseras (con mensajes católicos de fondo) para que nos dieran suerte en el viaje, y nosotros también compartíamos lo que teníamos con ellos. Como dicen, compartir dos días de no hacer nada en el barco, el dormir y el comer une. Por ese motivo creo que cuando llegamos a nuestro destino y bajamos con nuestras mochilas la gente nos despedía con abrazos y con deseos de suerte. Fue una experiencia bonita.
Teatro de Manaus |
![]() |
Mira lo que encontramos en todo el centro de Manaus (las banderas!!!) |
Nos estaba gustando Manaus, pero lo mejor es cuando el último día estábamos en el hostel y entablamos conversación con una chica, Janaina. Nos comentaba que estaba esperando a una amiga para llevarla al aeropuerto y que ella era de Manaus. Nosotros le preguntamos que podíamos hacer, y con toda su voluntad nos comentó que si queríamos que ella nos llevara a conocer la ciudad. En cuestión de 10 minutos de conversación nos habían invitado a mostrarnos la ciudad. Nosotros aceptamos y tres horas después estábamos en su coche montados recorriendo Manaus. Janaina nos llevó a ver el rio, el sitio donde ella trabaja ya que es Bióloga (aunque desgraciadamente como era sábado estaba todo inaccesible) y fuimos a hacer un helado. Pasamos una tarde estupenda con ella. Había hecho de guía con el corazón y sin ningún interés. Y nosotros estábamos encantados y agradecidos. Por eso desde aquí: Muchas gracias Janaina.
Sara, Janaina y Ami |