martes, 4 de enero de 2011

Norte de Argentina I: Jujuy

Hola bloggeros, la gente ya tiene ganas de saber que fue de nosotros por el norte de Argentina, así que aquí teneis.

Estamos a primeros de diciembre de 2010 y después de atravesar Argentina a lo ancho en colectivo, desde Iguazú y pasando por Posadas (parada obligatoria porque jugaba el Barça-Madrid!!) llegamos al norte de Argentina, Jujuy.


Al llegar allí nos damos cuenta que todo lo que conocíamos de Argentina habia cambiado: los paisajes, los olores y los rasgos de la gente. Nos encontramos con una gente muy parecida a los peruanos-bolivianos, pero siendo argentinos. Nuestro primer destino es Purmamarca.


 Quebrada de Humahuaca y pueblo.

Purmamarca es un pueblecito de 4 calles x 6 con casas de adobe y calles de tierra. Nos habían dicho que este pueblecito era encantador por sus cerros de colores y era una buena entrada al salar de Jujuy-Salta. Decidimos visitar el salar, pero nos faltaban dos personas para rellenar el taxi, así que “asaltamos” a dos chicos que acababan de llegar. El es David de Suiza y ella Teresa de Barcelona. Tambien se habían juntado viajando y juntos nos fuimos los cuatro al salar a la mañana siguiente.

Fotos: Sara por detras del Cerro de los Siete colores.
          Ami y Sara paseando por el sendero del cerro.

 El salar de Jujuy está a más de 4000 metros de altura y estaba menos blanco de lo que esperábamos, ya que estábamos en epoca de viento y la arena lo manchaba, pero solo por las vistas del camino valia la pena. A partir de aquel dia, Teresa nos acompañaría 2 dias más y David estaría con nosotros 6 dias, para más tarde coindicir nuevamente en Buenos Aires.






               Diversidad de telas y colores.                                                                  Balsas de donde se extrae la sal.


Purmamarca también es famosa por su cerro de los 7 colores, con un terreno de arena roja puedes ver como cambian los colores en la roca. De hecho aquí empieza también la quebrada (sierra) de Humahuaca.
                                                
Fotos: David,Teresa y nosotros en las salinas. Abajo: Corte de la sal.


Este seria nuestro recorrido hacia el norte, iríamos recorriendo la quebrada de Humahuaca hasta llegar a Iruya. En Purmamarca disfrutamos hablando con la gente y quedamos fascinados por la artesanía “peruana” propia del lugar. Caminamos, recorrimos y visitamos, pero nuestro próximo destino era Tilcara.

Llegamos a Tilcara y encontramos algo parecido a Purmamarca pero más grande. Con una plaza central y un cerro donde tiene escrito “Bienvenidos a Tilcara”, estábamos en un pueblo con calles de tierra y varios trekkings interesantes. Después de probar la carne de llama y beber cerveza del norte (por cierto la carne de llama es como la de ternera pero un poco más seca. …Que lastima las llamas no?), visitamos el pueblo y decidimos que al dia siguiente junto a David haríamos la caminata a la garganta del Diablo y a la cascada que hay en la ruta.
Teresa nos abandonaba para irse a Bolivia, así que ahora eramos tres. En esta zona se tiene un fuerte sentimiento por la pacha mama (tierra madre), la religión y los indígenas todavian gestionan zonas como las de la garganta del diablo. Al hacer esta caminata pasas por caminos de montañas, con colores increíbles y con grandes cactus que te dicen que estas subiendo en altura. Después de dos horas subiendo por montaña llegamos a cortes de montaña y una cascada bastante escondida que valia la pena encontrar. Esperamos que valiera la pena porque la insolación que volvimos a coger nos duró días.


                     Cactus gigante.                                                                         Cartel con altura direccion a las salinas.




                     Escritura de Tilcara en la roca.                                 La virgen es llebada cada dia a una casa diferente.

Nuestro próximo destino era Humahuaca. No sabíamos demasiado de esta ciudad más al norte todavía, pero nos la habían recomendado. Podemos decir que humahuaca, con muy poca frecuencia de autobuses, es un sitio peculiar. La gente es más arraigada a la tierra todavía, y te sorprende ver el turismo que tiene este pueblecito el cual es el tema de una famosa canción indígena que hemos escuchado muchas veces y que nunca hemos prestado atención (os dejamos el link): http://www.youtube.com/watch?v=8_soVora2NE



Humahuaca tiene varios sitios de interés. Nada más llegar en la plaza principal hay un gran monumento que simboliza la independencia del pueblo humahuaqueño de in invasión española. La verdad es que toda esa parte, después de la invasión Inca fue invadida, y un poco maltratada, por los españoles, pero su gente fue encantadora con nosotros! Sin rencores….. Además queríamos ir a la quebrada de Humahuaca, concretamente a más de 4000m. y declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Así que como eramos tres y nos faltaba uno, asaltamos a Elena. Elena vive en Buenos Aires (en provincia) y a parte de tener una tienda de ropa es profesora de yoga. Nos fuimos los cuatro a la quebrada a disfrutar de la tarde y a visitar los restos arquologicos que los antepasados de Humahuaca habían dejado con su agricultura y su forma de vida.

Elena, Sara y David y detras toda la quebrada.

Humahuaca también es la puerta para ir a Iruya. Iruya es un pequeño pueblo perdido en las montañas para el que necesitas tres horas de autobús pasando por caminos de barrancos durante tres horas. El camino ya es una experiencia pero cuando llegas allí te das cuenta que la gente que vive allí está aislada y vive entre montañas en un entorno espectacular.






       Elisa, un aniña preciosa de un hostel.                                             Sara y David entre cactus.






Vista de Iruya

Nos quedamos allí a dormir y a disfrutar del pequeño pueblo y del “no hacer nada”. Siguiendo esta filosofía, al dia siguiente, mientras esperábamos al bus decidimos “quitarnos” los dolores haciendo una clase de yoga entre montañas y teniendo como profesora a Elena.







                                   Fotos:   Mujer paseando por Iruya.              David con su gorro de la suerte.                                    

 La escena era a tres principiantes de yoga tumbados en una plaza de Iruya haciendo yoga (no hay fotos), relajándonos y sintiendo la tierra en un entorno único en el que poca gente puede decir que ha estado allí haciendo yoga, mientras algunos turistas sorprendidos nos hacían fotos. Gracias Elena por iniciarnos.



                                            El grupo por Iruya y en la habitavion donde dormimos.



Nuestro siguiente destino la provincia de Salta, pero esto es otra entrada!

 

7 comentarios:

  1. Hola blogueros,

    antes de todo felicitaros por el nuevo año y ojala que las fiestas hayan ido bien para todos.
    Daros las gracias por estos casi cuatro meses en los que nos hemos sentido acompañados por todos vosotros.

    Esperamos que como minimo todo continue igual y disculpad si no contestamos directamnete en el blog, intentaremos corregir el tema.

    besos y abrazos para todos!

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  2. Feliz Año nuevo chicos!!!! Veo que de momento os va todo perfecto, no veas Ami que pelambreras tienes el pelo casi como yo. Un abrazo

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  3. Amigos !!!
    Que bien ahora estoy tambien en el blog !!!
    Besos
    David el suizo..

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  4. A por el 2011....nos lo comemos viajando :)
    Que gracia ver vuestras foticos del mismo recorrido que hicimos este verano! Aupa los Salteños, aupa las chacaritas, aupa la milanesa y las empanadas.
    Besazos
    Maria Luz

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  5. Oscar! hacia tiempo que no sabia nada de ti. En el ultimo coment. te dije que me dieses tu mail el mio es amifreedom@hotmail.com , ye has visto las greñis de superstar,no? vaya tela.
    un beso y un saludo!

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  6. Luz! que bien que te gusten las fotikos, la verdad que es uno de los lugares que mas nos han gustado, por su paisaje y por su gente! que lastimika la milanesa de llama!

    un besazo guapisima!

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  7. Hola! Dan ganas de tomar nuevamente la mochila y hechar andar!! Bello todo. Lo mejor para el resto del viaje!!
    Maia, hna de Elena.

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