Llegamos al nordeste de Argentina, Puerto Iguazú, donde nos disponíamos a visitar unas de las maravillas naturales más espectaculares que se pueden ver hoy día, Las cataratas de Iguazú.
Después de 16h en bus-cama. “Parece mentira pero a estas alturas no se nos hace nada pesado un viaje tan largo”, llegamos a Puerto Iguazú donde ya teníamos reservadas tres noches en Che Lagarto, hostel que ya hemos mencionado más de una vez. Era viernes y descansamos y disfrutamos un poco de su piscina del hostel además de visitar las Tres Fronteras. Las Tres Fronteras es un punto de Puerto Iguazú donde podemos ver tres países separados por el rio Paraná, Argentina, Brasil y Paraguay.
El Parque natural de Iguazú necesita como mínimo dos días para visitar. Nada más empezar el paisaje es especial. Estas realmente en la naturaleza. El parque cuenta con mucha fauna y flora. Tiene miles de mariposas diferentes y cada cual nos sorprendía más. Además los coaties (como una especie de oso hormiguero pequeño) caminan por todo el parque con libertad. Inclusive se acercan a los turistas con toda naturalidad para ver si pillan algo de comida, aunque cuidado que muerden!! Lo más impresionante fue ver a un tucán. Dicen que los tucanes se ven más al interior del parque, por lo que estábamos de suerte. La verdad es que es un pájaro impresionante, tranquilo y grande. Sólo por esto ya habíamos amortizado la visita al parque.
El parque tiene diferentes circuitos que hacer para ver las cataratas desde diferentes puntos. La verdad es que la garganta del Diablo es la principal atracción pero las demás cascadas son impresionantes. El primer día que fuimos al parque visitamos las cascadas desde los miradores inferiores y superiores. Además ese día visitamos la Isla de San Martín que estaba abierta. Desde esta isla hay un mirador impresionante de las cascadas desde donde se puede ver la caída de agua y la fuerza que tienen. La verdad es que quedarse admirando es inevitable. Dicen que los iones del agua a esa velocidad provoca una sensación de felicidad que la gente que visita las cascadas siente.
Compramos la excursión en barco a las cascadas para verlas desde dentro y la experiencia es única. Los 15 minutos que dura el trayecto en zodiac, te adentras en la cascada de tal forma que no puedes ni abrir los ojos de la fuerza con la que cae el agua. Pidiéndole más al conductor del barco disfrutamos muchísimo de la experiencia. Además en esta isla que hay enfrente de las cascadas tenían habilitada una zona para el baño y darse un baño en el agua helada de las cascadas de Iguazú no lo hace todo el mundo, así que seguimos disfrutando a la vez que quitarnos el calor del día.
Finalmente y para quedarnos con el buen sabor de boca nos dirigimos a la Garganta del Diablo. Para llegar hasta allí tienen un tren ecológico que recorre el trayecto hasta las pasarelas por las que se llega a la garganta. La gran impresión de la Garganta del Diablo es llegar por un sendero tranquilo y de repente ver un gran agujero enorme el cual no te explicas como puede estar ahí. La Garganta del Diablo es una cascada provocada por la diferencia de altura de dos placas por las que el agua cae a tanta velocidad y tanta cantidad que cuando miras al fondo no logras ver el final. Es una sensación de lo grande y de la fuerza de la tierra y el agua, y a la vez de lo pequeño que somos nosotros en el mundo. Es una maravilla del mundo tal y como dicen.
Callejeros viajeros en Iguazú |
Con este buen sabor de boca, al día siguiente volvimos (la entrada es la mitad de precio en el segundo día). Lo primero que queríamos volver a hacer nada más llegar al parque era volver a ver la Garganta del Diablo, así que nos subimos al tren ecológico. Al lado teníamos a una pareja con una cámara semiprofesional que nos llamó la atención. Con la curiosidad que nos caracteriza le preguntamos que estaban haciendo. Muy sorprendida Paula, la chica nos preguntó que si éramos españoles para respondernos que eran de CALLEJEROS VIAJEROS!!! No nos lo podíamos creer!! Como decimos: que casualidades!! Era nuestra oportunidad y no podíamos salir en el programa por mucho que nos lo pidieron. Estuvimos coincidiendo con ellos por la visita al parque y en la garganta. Nos encantó coincidir con ellos y mucho rato después no dábamos crédito a haber coincidido con ellos.
Fotos arriba: Garganta del Diablo
Sara y Ami bañandose en las aguas de Iguazú |
Después de esta experiencia, hicimos un sendero que nos habían recomendado: El sendero Macuco. Este sendero es una inmersión por la selva (dentro del Parque Nacional) donde al final llegas a una cascada muy agradable. La verdad es que disfrutamos del parque y de lo que el norte de Argentina nos estaba ofreciendo con esta maravilla del mundo.
Catarata Macuco |
Nuestro próximo destino era el norte de Argentina. Casi con frontera con Bolivia, queríamos conocer la otra cara de Argentina, así que pasaríamos de Buenos Aires y la selva de Iguazú para hacer parada en la ciudad de Posadas (frontera con Paraguay) para llegar a las áridas regiones de Jujuy y Salta.