Sydney (22/04/2011)

 Después de unas tres horas de avión desde Auckland, llegamos a Sydney (Australia).

Cosmopolita, joven, multicultural, limpia y ordenada, así es Sydney para nuestros ojos. Nada más llegar nos dimos cuenta de que estábamos en una ciudad diferente a las que habíamos visitado antes, quizá Auckland se le asemeje mas pero a menor escala.

Diferente porque de seguida nos dimos cuenta de lo rápido que se vive en esta ciudad, llena de edificios altos pero no muy aglomerados, comercios de todo tipo, tranvías por el aire, taxis…todo lo que representa una gran ciudad o una ciudad grande según se quiera ver. Y como toda gran urbe Sydney también tiene su lado gris. Hay muchos ‘’homeless’’(sin techo)  por la calle sobre todo a la noche y por la periferia, aunque no por eso queremos  decir que es una ciudad peligrosa, no hay que confundir una cosa con otra, es más un problema social para la gente que todavía cree en el preconcepto.

Después de criticar un poco  el ‘’sistema’’ vamos a lo nuestro. Llegamos y lo primero era buscar hostel  (albergue) y los hay, pero a qué precios! se nota que el nivel económico había cambiado y eso no nos gustaba nada, así que tuvimos que mirar más de algún hostel  ya que pasaríamos en la ciudad unas cinco noches. El precio medio por habitación y persona en dormitorio compartido es de unos 21-25$ autralianos, unos 17€, los más económicos sin desayuno, así que…tocaba apretarse el cinturón.

El primer día empazamos a caminar y sin darnos cuenta  recorrimos gran parte del centro hasta que se hizo de noche y aparecimos en el puerto y…allí estaba! La postal que tantas veces hemos visto por la tele: la ópera de Sydney. La verdad es que nos impresionó por su tamaño y por su belleza aunque este hecha de ‘’cemento’’ y no sea un paisaje natural.

Opera de Sydney

Los días en la ciudad los pasamos visitando los distintos barrios (el puerto, Chinatown,xxx) y averiguando lugares donde comer bien y económico. Por ejemplo nos encantaba recorrer chinatown en busca de los puestos callejeros y sus mercados o pararnos en un ‘’7eleven’’ y tomarnos el desayuno o un simple café por tan solo 1$, o bien pasear por algunos de sus parques, bastante grandes  que encuentras de repente en medio de la gran ciudad, en los que te puedes pelear con las cotorras que se te suben encima de la cabeza y te clavan las uñas hasta observar los murciélagos gigantes que salen al atardecer, todo un espectáculo!

 

A parte de su ópera, Sydney tiene otros atractivos arquitectónicos como su puente de hierro construido a principios de siglo pasado y que une el centro con norte de la ciudad, ver desde abajo o subir a su ‘’Skytower’’ lo que vendría a ser el pirulí que hay en Madrid y el que vimos en Auckland. Parece ser que en Oceanía se lleva ese estilo de torres. Subir es algo caro, no recordamos el precio pero sabemos que existe un pase de unos 50$ para visitar diferentes puntos de interés. 

A parte también se puede disfrutar del zoológico, escalar en el puente, cruzar en ferry de una bahía a otra, visitar el acuarium… o lo mas práctico de todo, disfrutar de la calle como a nosotros y a nuestro bolsillo gusta. Algunos dirán:  ¡Así no se disfruta! pero damos fe de que nosotros si que disfrutamos la ciudad.

Puente de Syd

 

Por Chinatown

 

 

Vistas del skyline de Sydney

Nuestra furgo en Sydney

El siguiente paso era ir en busca de un alquiler de autocaravana o furgonetilla (estilo N.Zelanda) y después de comparar y preguntar en más de una empresa al fin nos decidimos, pero  este tema lo dejamos para la próxima entrada. Eso si antes de acabar esta nos gustaría decir un par de cosas sobre Sydney:

Hay algunas personas que nos han preguntado qué que tal es esta ciudad para trabajar en ella durante una temporada. Hay que decir que ahora mismo hay mucha gente de entre 20-35 años más o menos (sobre todo alemanes e italianos) que deciden pasar un tiempo aquí o bien para acabar alguna carrera, para estudiar y perfeccionar su inglés o simplemente llega y busca trabajo de lo que halla, ya que actualmente lo hay. 

Otro tema es el de colaborar con asociaciones para la protección de algunas especies animales como el ‘’Koala’’ y/o pasarse un par de semanas en granjas alimentando canguros que han quedado huérfanos a causa del atropello a sus madres en las carreteras. Este tema lo tocaremos en la siguiente entrada, hasta entonces.