viernes, 6 de enero de 2012

Tailandia Sur: Un paseo por las islas


Después de cruzar el puente de la amistad de Laos a Tailandia mediante dos buses y previo sello de pasaportes para una estancia de quince días entramos otra vez a este último país. Nuestro objetivo en Tailandia es visitar algunas playas e islas del golfo de Bengala y el mar de Andamán.
Pero antes de hacer nada de esto teníamos que volver a la capital por temas de visados (India).  Así que Hacemos noche en Udon Thani, a una hora de la frontera con Laos para al día siguiente viajar hasta Bangkok en un tren nocturno.

Resumen rápido del itinerario: Estamos a finales de octubre y visitamos Bangkok, un par de días, para el tema visado. Así que para no pasar más tiempo en la capital decidimos  bajar al sur unas tres horas para visitar Koh Samet (primera isla) cinco días y volver a recoger el pasaporte con nuestro sello de India. Después de nuestra visita a Koh Samet, iríamos hacia el sur Tailandia, en dirección Malasia (tren y algún que otro bus) para pasar la frontera y entrar a este país, hacer noche y volver a Tailandia nuevamente para conseguir quince días más de visa ya que por tierra solamente se pueden obtener esos días de estancia y durante un año puedes realizar esta operación tres veces. Así que era nuestra tercera y última vez que entrábamos a Tailandia. Después ya empezaríamos a subir para pararnos en Krabi-Rai Lay, Koh Lanta, isla de Pukhet y volver a Bangkok dirección aeropuerto, y así despedirnos del sureste asiático. 

Ya teníamos ganas de playa después de muchos países asiáticos, así que nuestra primera parada, como hemos comentado, es Koh Samet. Lo bueno de esta isla es que está a solo tres horas de Bangkok y a nosotros nos iba de perlas. Llegamos a Ban Phe por la tarde, ciudad portuaria para tomar el ferry, y el día siguiente ir a la isla. Ban Phe es un pueblo tranquilo punto de enlace con Koh Samet. Aquí se puede comprar algún alimento que otro ya que en las islas suelen encarecer todos los productos, pero por nuestra experiencia no es necesario por la cercanía de esta isla a tierra firme. 


Temprano, a una hora en barco (100 THB x pers i/v) llegamos a Koh Samet. Lo primero que vemos es una isla bastante grande con una sola calle con mucha actividad, decenas de alquiler de motocicletas, llena de alojamientos, tiendas y puestos callejeros a ambos lados. Al fondo de ésta una especie de barrera control que da acceso al ‘’parque natural o área protegida’’. Lo ponemos entre comillas porque no estamos muy de acuerdo en esto. Hay que pagar 200 THB (unos 5€ x pers) para acceder al ‘’parque’’. Pero claro, vemos que no paran de entrar y salir todoterrenos-taxi y motos. ¿Desde cuándo un parque natural está lleno de tantos humos como si fuese una ciudad cualquiera? Así que hacemos un trato con el guarda: Te pagamos los 400 THB pero si no nos convence lo que vemos y no encontramos alojamiento barato y tranquilo volvemos y nos devuelves la entrada. El hombre aceptó.
 
Así que mochila en ‘’espalda’’ entramos y empezamos a preguntar por Bungalows que es lo único que hay en el parque y claro todos bastante caros para nosotros. Algo que no nos gustó es la cantidad de basura que pudimos ver en el interior del ‘’parque’’ y mucha de ella justo al lado de ‘’Resorts’’. Así que después de una hora caminando volvimos a la entrada, nos devolvieron el dinero y buscamos un alojamiento en la calle principal. Tuvimos suerte y encontramos un restaurante donde un dueño canadiense tenía dos habitaciones acogedoras, limpias y perfectas y por 300 THB la noche. Estábamos contentos.

Así que sin hacernos ‘’mala sangre’’ por el tema parque natural decidimos entrar a éste, claro está por la playa y evitando la barrera control. Sin embargo cuando tocamos y vimos por primera vez la arena de Koh Samet nos quedamos maravillados. Una arena completamente blanca como la harina, de esa que cuando da el sol duelen los ojos al mirarla y de fondo un agua cristalina.

Como en todos los lugares, en donde hay más gente las playas son peores (casualmente dentro del parque y en frente de los resorts), así que  la verdad es que caminando bastante por la parte este de la isla y dirección sur pudimos observar playas y calas realmente preciosas de agua más cristalina aún y arena blanca, ahora sí que estábamos en una isla!!!. Así que, doblemente contentos por dormir en un lugar bueno y poder disfrutar de buenas playas durante cinco días. Los demás días los dedicamos a caminar por la noche viendo las bonitas luces de los restaurante en la playa, a hacer vida playera y a investigar y caminar por la isla en busca de lugares tranquilos y perdidos ya que se puede disfrutar casi en soledad porque la mayoría de turistas se concentra en la parte norte donde está más el ambiente ‘’chiringos hippi-pijos’’. Eso sí, hay que caminar una hora o más para ver esto. Al final Koh Samet nos gustó y mucho.

Nuestro segundo destino era Krabi para visitar Rai Lay, ya en la costa de Andamán. Primero de todo hay que decir que la ciudad de Krabi sirve de base para ir a varias islas próximas. Krabi, aunque suele ser una ciudad de paso tiene, un animado mercado nocturno de comida, un mercado lleno de colores, actividades infantiles y alimentos fantásticos los fines de semana. Por lo que se refiere a Rai Lay,  no es una isla pero solo se puede acceder en barca ya que está en la punta de un denso ‘’bosque’’ lleno de colinas que dan a la costa. Pasamos noche en Krabi y llegamos al día siguiente a Rai Lay (150 THBx persona). Conocíamos este lugar por la guía y por fotos de internet y teníamos ganas de ir ya que pintaba muy bien.

Al llegar no vimos nada que nos sorprendiera. Una especie de paseo marítimo de metro y medio de ancho con una playa de manglares y detrás del paseo ‘’resorts’’. Esta es la parte este de Rai Lay. Lo primero era buscar algo adecuado y tuvimos la suerte de encontrar un bungalow (450 THB, unos 11€) todo lo demás que miramos superaba los 1000 THB. Está claro que estábamos en un lugar bastante turístico y además en temporada alta. También descubrimos aquí el turismo ruso que es de nivel adquisitivo alto y derrochan antipatía (perdón por si alguien tiene algún conocido o familiar ruso pero fue nuestra sensación y la de los propios tailandeses con los que hablamos). Anteriormente, ya en Koh Samet,  pudimos ver este turismo el cual venia en masa a pasar el día desde Pattaya.


Lo siguiente era inspeccionar Rai Lay y encontrar lo que habíamos visto en fotos. Y la verdad es que no defraudó. La parte oeste de Rai Lay tiene colinas enclavadas en el mar (parecidas a Bahía de Halong) con unas aguas bastante transparentes y aunque la arena no es del todo blanca…todo junto suma un lugar para visitar y digno de postal. De fondo las familias disfrutando de las preciosas playas, los escaladores profesionales desafiando a las paredes verticales y la colonia de monos jugando con los turistas.  A parte de disfrutar de las playas hay alguna que otra actividad como la que hicimos nosotros. Nos fuimos a escalar por pareces fangosas hasta llegar a un lago  (La Laguna Azul) en medio de una colina en donde disfrutamos como niños. Fue una experiencia muy divertida ya que era la primera vez que hacíamos algo así. Después de tres días nuestra siguiente isla iba a ser Koh Lanta.


Volvimos a Krabi para planear la salida a la isla de Koh Lanta. Existe una cooperativa, en la calle principal de la ciudad en donde venden los billetes para el transporte a la isla, el cual incluye el transporte en minivan, los ferries y el transporte hasta el hotel indicado (200 THBx persona). De hecho esta cooperativa es la misma que utilizan los hoteles de Krabi para llevar a su gente hasta la isla, pero con una comisión añadida. Koh Lanta también es accesible por lancha desde Krabi. 

Después de casi tres horas llegamos a la isla, y sin saber muy bien dónde le dijimos al conductor que nos parara en el centro de la isla, por la playa de Khlong Khong y definitivamente nos equivocamos. Al parecer es la parte de alojamientos más económicos, pero también la parte de más ambiente nocturno y por tanto con una playa descuidada. Definitivamente no estábamos en una isla para estar en una playa sucia y en cuchitriles de cañas, así que nos pusimos a caminar, y a hacer dedo, hasta llegar a la siguiente playa más al sur. Allí encontramos una parte que nos gustaba mucho. No estábamos en un bungalow pero era una habitación muy limpia, amplia, y al lado del mar. Así que cada mañana desayunábamos sentados delante del mar viendo una playa limpia y un agua tranquila como una piscina. Una sensación realmente especial. 

Koh Lanta es una isla en la que hay que alquilar moto. Es muy fácil de recorrer, con una calle principal,  y es necesaria, las distancias son grandes y las calas sólo son accesibles con transporte, es decir, con moto o tuc tuc. Allá vamos nosotros con nuestra moto (150 THB) recorriendo la isla, llegando hasta el final de la isla buscando playas desiertas y lugares especiales. De esta forma pasamos 4 días en Koh Lanta, y de hecho podríamos haber pasado más. Sin embargo nuestra necesidad de conocer nos hizo volver a Krabi para ir a nuestro próximo destino: Pucket. 

Mucha gente entre Koh Lanta y Pucket hace la visita por barco a la isla de Koh Pi Pi. En nuestra aventura hemos aprendido que hemos de seguir las intuiciones y si no fuimos a Koh Pi Pi fue por esto. Esta isla es famosa por ser en donde se rodó la película “La Playa” de Leonardo Di Caprio. Así que la gente va en masa a visitarla cámara en mano y haciendo cola para fotografiarse en la “playa”. Esto nos habían dicho varias personas con las que habíamos coincidido y realmente no era el turismo  que queríamos, así que no fuimos. Nos íbamos a Pucket en autobús. También esta isla tiene mucha fama de fiesta y ambiente nocturno, sin embargo hemos que decir que Pucket no es solo fiesta, su pueblo y demás playas son especiales y diferentes a la fama que tiene. 


Llegamos a su casco antiguo,  una mezcla de arquitectura china-portuguesa que nos recordaba muchísimo a las calles de Melaka, en Malasia. De hecho ambas ciudades comparten parte de historia de colonización de estas culturas, así que resultan parecidas. Además en la parte antigua se encuentra también el  Hotel On On (en perfecto funcionamiento y lleno de turistas por el interés que despierta) en donde Leonardo Di Caprio estaba alojado en la película “La Playa” representando un hotel de las calles de Bangkok. Finalmente veíamos un poco de esta película, quisiéramos o no. Pucket ciudad es una ciudad tranquila pero animada, con servicios, en la que se puede caminar perfectamente por sus calles y encontrar todo tipo de tiendas. Encontramos alojamiento por 250 THB la noche y alquilamos moto por otros150 THB con la que nuevamente recorrimos todos los rincones de la isla. 

Patong es la parte de ambiente turístico y vida nocturna de Pucket. Llena de salones de masajes, bares sospechosos, tiendas , tatuadores y un tráfico infernal está a unos 40 minutos de la capital. La verdad es que visitar Patong es algo que se debe hacer, se podría definir como Ibiza y Lloret juntos pero con tailandeses de fondo. La playa no es la mejor pero la gente paga fortunas por una hamaca y una sombrilla aquí.

Conduciendo más al sur entre carreteras de curvas que llevan a miradores con vistas espectaculares se pasa entre montañas para llegar a calas y playas realmente bonitas. Con aguas transparentes y arena semi blancas, no todas de ellas desiertas pero si tranquilas. Además nos fascinó de Pucket su excelente fauna marina. En la cala de Nai Han vimos estrellas marinas azules, peces enormes y una cantidad de especies como las que no veíamos desde que habíamos estado en Indonesia. Era el final perfecto para Tailandia y para nuestro equipo de snorkel, el cual vendimos aquel mismo día en aquella misma playa!



Aquí acababa nuestra aventura en Tailandia. Volveríamos a Bangkok en tren para volar a India. Atrás dejaríamos los paisajes del norte de Tailandia, los templos budistas, los batidos de frutas, los Pad Thai (plato típico), los masajes tailandes, los Seven Eleven,  sus estupendas playas y a su afable gente. Después de un mes y medio en Tailandia decíamos adiós.  Un nuevo reto nos esperaba. Estamos a dos meses de volver a casa, pero antes teníamos que vivir India, así que el 28 de noviembre de 2011 tomábamos un vuelo de 4h y llegamos a Bombay…….

3 comentarios:

  1. primis cuanto tienpo que no os dejo un comentario,por lo que veo os nabeis comprado una moto jjjaaja un besote se os quiere vuestra primis angeles hasta pronto pareja
    pero tambien me quedo alucinada esta vuestra fugona que ya os viene a buscar para volver a casa esque hasta l furgo os hecha de menos esque coño os haceis querer

    ResponderEliminar
  2. Jo casi un mes sin saber de vosotros ahora que no me extraña coño....tomando el sol en la playa y paseos en moto jajaj que vida os raspais lo mismo que estamos todos aqui a -0 grados jiji con mocos,tos etc jajaj bueno que ya os queda muy poquito asi que vamos apurando que nos vemos pronto un besazooo muy grande juanitooooooo

    ResponderEliminar
  3. JAN CARRATALÀ:
    yeeeeee!! dios fa temps que no ens vaiem, jajajaja tescric avui, pero dema tornes ;) sen sap algo del meu dibuix ahahahha

    ResponderEliminar