jueves, 11 de agosto de 2011

China II: Kunming y Dali

Seguimos en China y cada vez entendemos más esta cultura. Aunque hay cosas que no logramos asumir de la cultura china, las aceptamos. Nos cruzamos con varios viajeros y siempre sale el mismo tema: porque escupen tanto? Porque los niños van sin pañales y con una obertura en su pantalón para hacer sus necesidades donde sea? Porque todo está tan sucio? Y porque son capaces de tirar una bolsa de basura desde una ventanilla de un tren?

Dicho así puede parecer duro, pero estas son algunas de las realidades de China, y quizá uno de los motivos de porque nos ven tan diferentes y porque resulta un país algo duro para viajar. De hecho, tenemos que decir que llegamos a buscar en Google: ¿Por qué escupen los chinos? Y hay que decir que al parecer es algo ancestral donde se tenía la creencia de que tragar saliva era algo perjudicial. Sin embargo es duro levantarse en una cama y escuchar que tres o cuatro personas, al unísono, al otro lado de la puerta están escupiendo (escandalosamente y desde sus adentros) sin mayores problemas. Da igual que sean mujeres u hombres, jóvenes o mayores. En un autobús, en un restaurante o en una tienda. Esto es China! Y de hecho es tanta la costumbre de escupir que para los Juegos Olímpicos de 2008 prohibieron tajantemente y con multas económicas escupir en las ciudades. Quien haya ido a China entiende lo que comentamos. Sin embargo, y aunque parezca mentira te acabas acostumbrando y es un hecho que debes aceptar, ya que es tanta la población china que: ¿Qué hacen unos turistas como nosotros en medio de este tema? Jajajaja


Nos dirigíamos a Kunming, más al centro de la parte sur de China. Nos habían dicho que era una ciudad dinámica, que tenía un valle llamado el Bosque de Piedra impresionante y nos iba perfecto en la ruta para llegar a nuestros próximos destinos. No hay que olvidar que cualquier ruta en tren (o en cualquier otro transporte) por China no baja de las 8h, así que ya teníamos el cuerpo acostumbrado a los transportes chinos y a la vida que se vive en los trenes entre preguntas, sonrisas, gente hablando y fideos instantáneos. Cuando llegamos a Kunming encontramos una ciudad algo más grande de lo que nos habíamos imaginado. Con varios Carrefour (con productos chinos! Impresionante de divertidos) y con rincones bonitos.
Paseando por Kunming



La parte antigua de Kunming nos gustó. Sus casas de madera medio derruidas, entre Mc Donald nuevos y tiendas de hierbas chinas, el mercado de plantas y el famoso mercado al aire libre de pájaros. Hay varios templos y puertas de arquitectura china repartidos por la ciudad, y mientras paseas por las calles peatonales te vas encontrando con ellos. Nos quedamos de piedra, y nunca mejor dicho, cuando nos enteramos que el famoso Bosque de Piedra, que es un valle con formaciones de piedras extrañas y puntiagudas, era carísimo. La entrada costaba unos 140 Yuanes (14€! ¿Sabéis lo que hacemos en China con este dinero?), así que decidimos omitirlo ya que desde el tren a la llegada nos hicimos una idea de lo que era (porque se ve al pasar) y más aún cuando otros turistas nos dijeron que no valía la pena pagar ese dineral por lo que realmente era.

Sin embargo nuestro momento cumbre en Kunming llegó cuando fuimos a visitar dos pagodas, la del sur y la del norte. Allí encontramos a niños jugando a los pies de las pagodas, gente agradable, pero lo mejor fue ver a un grupo de gente totalmente entregado a la música y bailando dinámicamente entre la mirada de la gente que paseábamos por allí, mientras su profesor bailaba y movía las caderas al ritmo de canciones americanas, chinas,…. Muy divertido!


Muralla de Dali
 Siguiendo hacia el oeste y buscando nuestra idea de China tradicional, y no de mega ciudad, llegamos a un pueblecito llamado Dali. Decían que Dali todavía conservaba esa parte de auténtico que los propios chinos se empeñan en destruir y sustituir por Mc Donald, modernidad y consumismo. Dali tiene un centro histórico rodeado por una muralla que impresiona al llegar. Hay que decir que su centro histórico, a pesar de estar lleno de tiendas de souvenirs mantiene ese encanto centenario mezclado con tiendas y restaurante al estilo chill-out con música de ambiente y calles empedradas.


 



Foto: mercado popular

Fotos: Las calles y gente de Dali

Fotos: Que hay en la parrilla? Son insectos?
Fotos arriba: Pagodas de Dali. Foto: Tejados de Dali



Las puertas de las murallas se mantienen y sirven como miradores para admirar los tejados de toda la ciudad, ver pasear a la gente por sus calles principales y disfrutar de la vista de las tres pagodas sagradas que se encuentran a algunos kilómetros de allí. De hecho, Dali está a la orilla de un lago el cual mantiene lugares o pequeños pueblos que se caracterizan por no estar demasiado explotados todavía. Por este motivo decidimos visitar uno de ellos. Así que después de comernos un bol de fideos con sopa, nos subimos en un autobús público, como visita de un día, averiguamos el precio, discutimos para que no nos engañaran y llegamos a Xizhou. Este pueblo, aunque recibe turistas, suelen ser locales. Es un pueblo con casas antiguas, donde cocinan con carbón y su esencia tradicional todavía se puede respirar. Tiene varios de los templos budistas más importantes de la región, mantiene las grandes residencias de los señores de la época  y tiene un estanque muy bonito con puentes chinos tradicionales, lleno de nenúfares (o flores de Loto) de varios colores.
FOTOS: Paseando por Xizhou





Gente de Xizhou
 



 




Dali nos había encantado. No sólo por su gente, sus calles, sus vistas, sino también por su mercado lleno de fruta, carne cortada allí mismo sin problemas de higiene y por descubrir la cantidad de huevos diferentes que los chinos pueden llegar a consumir. Pues si: tienen huevos enterrados, huevos azules, huevos rojos, huevos fermentados,…. En los mercados encuentras tofu frito, jamón parecido al nuestro, infinidad de variedad de verduras y todo lo que quieras. Ver como fríen y venden en la calle pinchitos de larvas, saltamontes y grillos. Además los mejores dumplings que hemos comido en China los hemos comido en Dali, así que queréis? Nos íbamos con pena de este lugar tranquilo pero agitado a la vez, y más con la llegada del fin de semana y del turismo local. Nos dirigíamos a la parte más oeste del sur de China. Casi con la frontera de Vietnam nuestro próximo destino era y es Lijiang, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

3 comentarios:

  1. traete un par de pinchos de grillos e insectos para samy :P q fijo q le gustan jijiji bsos family muakkkkkkkkkkkkk

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  2. chinito tu chinito yo jijij familia un besito juanitooo

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  3. No hace mucho, yo también he estado por China, creo, estaba lleno de chinos, de tiendas y de todo eso que vosotros comentáis( Mcdonals etc..) si vais por allí haber si tenemos suerte y coincidimos, el pueblo, que por el tamaño parece una ciudad, se llama Badalona. No en serio, me sigue pareciendo espec..tacular en dos palabras lo que nos estáis enseñando. Un beso de parte de los cuatro y un abrazo del petit comité.

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