sábado, 17 de septiembre de 2011

Indonesia III: entre ruinas y volcanes.

Estábamos en Yogyakarta, la ciudad mercado, y decidimos abandonarla para ir a los templos de Borobudur. Salir de Yogyakarta sin tour organizado resulta un poco complicado, pero no imposible. Caminamos hacia la estación de Jombor (a las afueras de Yogya, ya que parece que nuestro orgullo luchador nos impida pagar ciclos o bemos (furgonetas de transporte)) donde tomamos un bus que nos llevó a Borobudur. El pueblo realmente es muy pequeño, es un pueblo construido alrededor del complejo del templo Borobudur. Por supuesto nada más llegar nos intentaron acosar, pero fuimos solos a buscar alojamiento y encontramos un lugar encantador y familiar, aunque un poco dejado en mantenimiento, al lado de los templos que por 50.000 rupias la noche (4 €, baratísimo para estar pegado a los templos) nos hicieron sentir bienvenidos y nos ayudaron en lo que necesitamos.

En los hoteles indonesios es curioso porque siempre de bienvenida te ofrecen un té caliente que se hace esperar ya como costumbre. Por otra parte las habitaciones de Indonesia suelen estar bien, con ventilador,  baño privado aunque algunas con baño turco, otras con retrete, unas con ducha y otras con una especie pica de obra que llenan de agua para que te duches a “cubazos” (como hacíamos antiguamente!). Por supuesto, después de unos días en Indonesia, todo esto te parece normal e incluso útil ya que quien diga que los baños turcos (baños con un orificio en el suelo, pero de obra)  no son útiles es que no los ha probado. 

 
Hablando de los templos, hay un hotel que gestiona la entrada al templo. El horario oficial de visita al complejo es de 6am a 5pm, sin embargo si se quiere ir antes o después, es decir, a la salida o a la caída del sol que es cuando más bonito y enigmático está el templo, este hotel de lujo por un precio desorbitado organiza excursiones. Nosotros por supuesto, no lo hicimos, pero a las 6am como un reloj, estábamos en la entrada especial para extranjeros tomando café y té gratis esperando a que abrieran. Nos seguía sin gustar la idea de ser diferentes, pero estos países funcionan así, ellos mismos marcan las diferencia entre la gente.  Ya había también turistas y después de pagar nuestra entrada de estudiante (72.000 rupias por persona= casi 6€, adulto el doble) y de colocarnos un sari (el sari es un pañuelo que es obligatorio en los templos budistas, aunque nosotros nos negamos por ignorancia, pensamos que era una “guirada”, pero cuando lo comprendimos nos lo pusimos como los demás) entramos al templo. 


Amanecer en Borobudur


La magnitud del templo Borobudur es impresionante. Este templo de dimensiones sorprendentes está lleno de imágenes budistas y de budas que miran al horizonte. Fue abandonado y cubierto por la ceniza de una erupción volcánica. De hecho toda Indonesia está llena de volcanes y ver a las 6am el horizonte rojo con la selva a los pies del templo Borobudur y de fondo el volcán Merapi es una sensación de paz no descriptible. Caminar por sus galerías, tocar la piedra negra de sus paredes que algún día sirvieron para ilustrar las enseñanzas budistas y pasar horas por el recinto es una sensación única. Nuevamente volvimos a encontrar a indonesios curiosos, a estudiantes que querían hablar con nosotros (esta vez sí que éramos españoles y no hablábamos inglés! Lo sentimos pero parece que éramos los únicos extranjeros que les sonreíamos ya que solo se dirigían a nosotros!! Jajajaja). Queríamos disfrutar de nuestro momento de soledad en el templo. No sabemos cuántas fotos tiene la gente nuestra en Borobudur, pero mejor ni contarlo!
Templo de Borobudur
 
 
 


La visita y el madrugón al templo valieron la pena. Hay que decir que esta arquitectura nos fascina, así que después de descansar nos comimos unos mie (fideos) y como nuevos. Sin embargo, en Borobodur tuvimos nuestra primera experiencia desagradable al intentar engañarnos en un restaurante. Comimos, preguntamos extrañados por la cuenta, pagamos, nos fuimos, preguntamos a gente de la calle y volvimos reclamando lo nuestro. La gente del bar extrañada y atenta nos miraba, algunos nos ayudaban otros no querían saber nada, pero finalmente el dueño con la cabeza agachada nos devolvió nuestro dinero y se llevó un buen rapapolvo de dos extranjeros. Sin embargo esta experiencia no manchó nuestra visita a Borobudur, pero si nos hizo estar más atentos con los precios.  Horas antes habíamos estado tomando té con otra familia que conocimos caminando y la hija (11 años) nos regaló un pequeño abanico hecho artesanalmente. Así  que, ¿qué idea podíamos tener de Borobudur?: Excelente!
 


Hay que decir que nuestra vida en Indonesia, Java, estaba siendo correcta y divertida. Es decir, siempre preguntando de antemano los precios a diferentes personas, regateando con el transporte, el alojamiento o con los vendedores de comida o de cualquier cosa. Sabíamos que es normal que nos quisieran cobrar más, pero para eso se tiene que luchar, es la lucha diaria del viajero no conformista. Así que normalmente nos sentábamos a comer y si veíamos un puesto humilde con gente (regla numero 1: siempre comer donde haya gente), a veces ni preguntábamos. Conocíamos lo que valían las cosas y raramente nos engañaban. Sin embargo, cada vez que nos acercábamos más al este teníamos que tener más cuidado. Si podemos llamarlo de alguna forma, lo llamaríamos el “Efecto Bali”. Aunque esto lo dejamos más para adelante.

Sin más dejamos Borobudur, tuvimos que volver a Yogyakarta para enlazar con Surabaya. Queríamos llegar allí para sacar dinero e ir al volcán Bromo. Nos subimos en un autobús (los trenes se llenan rápido y son más caros) y nos fuimos a Surabaya. De esta ciudad no hay mucho que decir, nos resultó caótica, cara, fea y nada interesante. Así que salimos lo antes posible para llegar a Probolingoo, para nosotros la entrada al volcán Bromo. Llegamos a la estación de Probolingoo y un poco desconcertados no teníamos muy claro lo que hacer.


La gente nos hablaba del volcán Bromo mientras nosotros preguntábamos por el pueblo en donde se encontraba. La gente nos decía que era lo mismo y hablando y hablando se hizo de noche. No sabíamos si buscar alojamiento o llegar al volcán. Nos pedían 200.000 rupias por una furgoneta (que después entendimos que era privada para nosotros), pero como es normal nos pareció descabellado, sabíamos que llegar allí valía unas 25.000 rupias. Así que después de hablar, regatear y no estar preocupados por ir o no (ya que no teníamos ninguna prisa, esa es la gran ventaja de este viaje) nos montamos en una furgoneta que salía en esos momentos con más turistas. No sabíamos dónde íbamos, donde pararíamos ni lo que nos encontraríamos, pero allí estábamos. 

La furgoneta se movía, subíamos por cuestas sin asfaltar, no se veía nada en la oscuridad, pero todo estaba lleno de tierra y estábamos subiendo entre bosques y plena montaña. Después de más de una hora la furgoneta paró en un hotel para dejar a los demás turistas y nosotros al preguntar en dicho hotel nos fuimos corriendo de lo caro que era. El conductor nos aseguró que allí mismo estaba el volcán, pero nosotros solamente sabíamos que estaba lloviendo, que era de noche y que teníamos que buscar alojamiento. No nos costó encontrar, justo la casita de al lado tenia habitaciones en muy buenas condiciones y con baño compartido que nos ofrecía por 60.000 rupias (4,80€, tres veces menos de lo que valía el hotel primero). A la mañana siguiente nos levantamos y vimos algo que no habíamos visto nunca. Nos quedamos parados y maravillados: Estábamos a 50 metros del mirador del volcán y más allá la gran falda del volcán en la que surgía una maravilla natural que nuevamente nos volvía a sorprender. Efectivamente estábamos al lado del volcán Bromo. 
Fotos: Arriba, trabajadores por el Bromo. Las calles del pueblo de Gunung Bromo llenas de ceniza

Todo estaba cubierto de ceniza, las casa, los campos,… la gente se cubría con pañuelos, mascarillas y mantas para evitar las cenizas y de hecho, lo que anoche pensábamos que era lluvia no lo era, era lluvia ceniza. Pronto nos acostumbramos a estar manchados y no nos cansábamos de mirar al volcán Bromo que de vez en cuando nos sorprendía con erupciones de humo que lo tapaban completamente. La visita al volcán se simplifica en dos salidas. Existe un mirador donde la gente se reúne por la mañana, al amanecer para ver como sale el sol y como la foto del volcán cambia con los diferentes colores del sol. Por otra parte, pagando la entrada correspondiente (25.000rupias) se entra en el parque natural Bromo-Tengger- Semeru donde se atraviesa en moto, coche o caballo la falda del volcán para llegar a la base y hacer un ascenso al mismo cráter del volcán.  



Fotos: Llenos de ceniza despues de caminar. Abajo, gente de Gunung Bromo


Para empezar, nosotros el primer día hicimos la ascensión al mirador para ver cuánto tiempo necesitábamos para salir a la mañana siguiente (ya que la hora normal de salir es alrededor de las 4am para ver el amanece). Era por la tarde y después de una hora y 15min caminando (camino de tierra que la gente suele hacer en vehículo o caballo, más otro trozo de subida por montaña en donde te ofrecen caballos para subir) llegamos al mirador. Ya por la tarde la vista es emocionante. Se ven tres volcanes el Tengger, el Gunung Bromo y el Gunung Semeru y la sensación de estar allí solos y saber que a la mañana siguiente viendo el amanecer la estampa iba a ser mejor, estábamos ansiosos. De hecho en este pueblo no se puede hacer mucho más. La vida es extremadamente tranquila. Todo es un poco más caro por lo difícil de traer los víveres hasta aquí, pero la gente está muy acostumbrada al turista. De hecho, nos explicaron que la gente en la temporada de turistas vive de esto pero que cuando cierran los accesos al volcán, alrededor de diciembre hasta febrero, la gente vive de la agricultura y las cosechas. Conversando nos dijeron que en estas fechas el volcán Bromo está tan activo que suelta erupciones y lenguas de fuego como si de una fiesta de fin de año se tratara. Es sumamente peligroso, pero la gente vive casi a los pies del volcán, es admirable. 
  

Suena el despertador y nos ponemos a caminar, sin perder el ritmo ya que es demasiado temprano como para relajar el cuerpo. Los jeeps y caballos nos adelantan en plena noche pero nosotros caminamos. En lo que parece una carrera en medio de la noche por la montaña y con linternas adelantamos a la gente para coger buen sitio en el mirador. Allí estamos, sudados y con mucho frio viendo como amanece y dando gracias por ser privilegiados y estar viendo una postal pero en realidad. Uno de los volcanes nos regala las primeras humaredas de humo con la primera luz del sol, después el Gunung Bromo toma protagonismo y es un no parar. A veces solo se ve humo y es tanta la actividad que tiene esa mañana que parece que sabe que estamos allí para hacerle fotos. Por supuesto el mirador está a rebosar de gente que después de aquí marchará hacia el cráter. Sin embargo el Bromo está tan activo que nos impide hacer esta visita. Más tarde nos confirmarían que las vistas de la garganta del volcán no eran buenas por el humo de ese día.  Nos llevamos una experiencia especial de ese momento. Era nuestro último destino en Java y el sabor de boca fue el mejor que nos podíamos llegar. 


Vistas al amanecer de los tres volcanes, a la izquierda el Bromo y abajo empezando a mostrar su actividad






Después de ducharnos y descansar volvimos a Probolingoo para decidir que hacíamos. Después de mucho deliberar y encontrar a gente por el camino que nos explicaba sus experiencias decidimos que iríamos más al este: iríamos a Lombok. Por lo que la idea de ir a Sumatra e intentar ver a los orangutanes lo dejábamos para otro viaje. Era demasiado complicado teniendo un vuelo de vuelta a Singapur ya cerrado, que aunque no fuera inminente no queríamos complicarlo. La isla de Lombok nos esperaba. 

5 comentarios:

  1. Ami, nombre y apellidos del dueño del bar que os timo...que le voy a levantar un acta por engañar a dos turistas españoles...jejeje que no os engañe nadie que me los cargo jejej vaya fotos chulas con los volcanes cuando has echado tu tanto humo por la boca eh ami ijiji un besito sarita y amilka...juanitoooo

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  2. Que entrada tan grandiosa, que maravilla de fotos!!!!!! Un beso bien fuertee!!! Cuidaos mucho y aunque no escriba todos los días, os sigo semanalmente!!!!! ;)

    Álex Resina

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  3. Juan, te juro que el proximo enganyo que tengamos te llamo,jejeje!!!

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  4. Alex damos fe de que nos sigues en el blog, nos alegra que gusten las fotos, un saludo.

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  5. HOLA COM ESTEU PER AQUETS RECONS DEL MON,ESPERANT QUE LES VACANCES AIXIN ESTA BEN LLARGAS COM LES NOSTRES.AVUI S'ACABA L'ESTIU SEGONS EL CALANDARI GREGORIA,PERO JA SABEU QUE L'ESTIU S'ACABA CUAN LES ORENETES I ELS RAPANATS MARXA,I AIXO BOL DI QUE ENCARA QUEDA UNA MICA DE AQUETS TEMPS TAN MARALLOS QUE ES.JA HA PASAT UN ANY QUE VEU MARXA A FER AQUETS TOM PER EL MON I TENIU MIG RECOREGOT FET AIXO ENS FA UNA MICA DE PENA.PERO SEGUR QUE MOLTS ALTRES ESTAN ESPERAN QUE PASI LO MES RAPIT PER PUGE TORNA A FER UNA ABRASADA BEN FORTA "QUE CABRO".BUENO COMENSEN PER EL FUTBOL EL BARÇA VA FEN 8 GOLS A `L'OSASUNA I EMPETAT A 2 AMB EL VALENCIA JA SAPS QUE UN VALENCIA I HOME DE BE NO POT SER,AMB BASKET CINC BOTIFELS TRAIDORS VAN DONAT L'OR EN L'ENEMIC.DINTRE DE CUATRE DIES ES CASA LA GRAND SENYORA LA DOQUESA D'ALBA.LA BELEN SEGUIX IGUAAL.JA SE QUE TINC ENVIARTA UNES CUANTES FOTOS DE LES NOSTRES VACANÇES PERO COM POTS COMPROBAR ESTAT MOLT ACUPAT FEN ALTRES COSES BUENO AMB AQUET MOMEN JA H'ESCRIT MES DE 014410 PARAULES NO EN AQUET ESCRIT SI NO EN TOTS JA POTS COMENÇAR A CONTAR.ESPERANT QUE TOTA LA FAMILIA VOSTRE ESTIGI BE.SI MEN RECORDO DE TU LA MEVA DULCE SARA AVISAN SI EL TROS DE CRIO QUE TENS EL COSTAT NO ET CUIDE CUAN TORNI SE LES VEURA AMB MI.LA MILLOR DITA ES AQUELLA QUE PENSAS PRIMER LA D'AVUI POT SER.PELS GENOLLS PALATS SA SAPS ELS PECATS DE LA CABRA.TRES PETONS PER TOTS DOS DE PART DE TOTS TRES.

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